Por: Carlos Mario López Jerez @CMrioLopezJ
Para empezar debo decir que; Hace unos años cuando enfrenté con el movimiento Alianza por el Agua, la APP llamada “ Troncal del Cerro” entendí la importancia de la Reserva Thomas Van Der Hammen RTVH. Hoy veo con preocupación como Enrique Peñalosa alcalde de Bogotá insiste en desaparecerla, y por este lado Leonardo Donoso alcalde de Chía está muy de acuerdo con la concentración de desarrollos urbanísticos, pues tiene aprobado 15 planes parciales en su Plan de Ordenamiento Territorial.
Con proyectos como; la polémica ciudadela Lagos de Torca, la PTAR II en Chía, la Avenida Boyacá y la ALO, se observa una estrategia para generar la expansión urbana de Bogotá,.este es un hecho en la planeación de los constructores, una avara decisión que toma la política para beneficiar intereses privados, decisión que desmejorará la calidad de vida, la reserva está compuesta por un ecosistema de 1.395 hectáreas, y sus ecosistemas que deben ser revitalizados para convertirse en uno de los bosques urbanos más grandes del mundo, que deben prestar beneficios y servicios socioambientales a las comunidades de Chía y Bogotá, pero la quieren fragmentar hasta causar su desaparición progresiva.
La Reserva Thomas Van der Hammen se ha convertido en un impedimento para los planes de los constructores, los cuales ven en ella el nuevo norte de la capital, quieren pavimentar y construir sobre una estructura ecológica entre los cerros orientales, el cerro Majuy y el Río Bogotá, y de esta manera destruir de un plumazo, una propuesta técnica, lógica, medible y probable, que fue la razón por la que hoy está constituida la Reserva Thomas Van Der Hammen, el biólogo Thomas Van der Hammen cuando propuso esta reserva, no fue porque él le pareció buena idea o bonita, sino porque entendió la naturaleza, la importancia ecosistémica de esta zona de la sabana de Bogotá.
Al pararnos en el borde sur de Chía por donde transita el Río Frío y el Río Bogotá, somos beneficiarios de los servicios sociales y ambientales que nos brinda la reserva, pero reflexionamos un poco y vemos el futuro de la reserva,nos damos cuenta que se puede hundir si no participamos en Chía por cuidarla, del lado de la capital tienen por alcalde un vendedor de buses y por este un constructor, mientras que uno quiere más portales de Transmilenio el otro más expansión urbana, el riesgo de conurbación de Bogotá y Chía es real, este hecho convertirá al municipio en una localidad más de Bogotá, llevando a Chía a asumir las complejidades de la capital en términos de servicios públicos, impuestos, prediales, el nefasto sistema de transporte basado en hidrocarburos (Transmilenio), además de los niveles de delincuencia y la desaparición total del humedal Torca Guaymaral y otros ecosistemas.,
La autodeterminación es un derecho, decidir sobre el territorio es un derecho, planear el territorio y establecer criterios para el desarrollarlo es un derecho, el desarrollo sostenible es una obligación de la comunidad, mientras los ciudadanos de Chía no le presten atención a este tema, verán en unos años cómo Chía será absorbida por Bogotá, esto es tan solo es una ventanita de lo que preparan para el futuro de Chía, el AGUA y la vida
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